Buscar en esta pagina

Congregación Cuerpo y Sangre de Cristo

Mi foto
BOGOTA, D.C. Calle 78 # 76-26 Barrio la Granja, Cundinamarca, Colombia
Horario de Eucaristías de 2018: Miércoles 5:00 p.m.; Jueves 7:00 a.m. y 5:00 p.m.; Viernes 7:00 a.m. y 5:00 p.m.; Sábado 7:00 a.m.; Domingo 7:00 a.m.- 10:00 a.m.- 5:00 p.m. ENLACE SANTÍSIMO EN LINEA https://www.churchservices.tv/navan

Información Permanente

jueves, 18 de mayo de 2017

PREPARACIÓN PARA PENTECOSTES 18 DE MAYO DE 2017

JESÚS COMPARA AL ESPÍRITU SANTO CON UN MANANTIAL
Jn 7,37-39




I

Jesús comparó al Espíritu Santo con un manantial de agua viva que brotaría del corazón de sus Apóstoles, cuando lo hubieran recibido.
Y así fue, inmediatamente comenzaron sus conquistas en las almas, y san Pedro convirtió a cinco mil hombres el día de Pentecostés.
El Espíritu Santo, rocío del cielo, es también la fuente de aguas vivas; fuente copiosa e inagotable de bienes, de la que los Apóstoles y cuantos queramos, podemos sacar la santidad, el gozo, la paz y el amor.
¿Quién no querrá saciar su sed en ese Manantial divino?: "Si alguno tiene sed, que venga a Mí y beba". Jn 7, 37  Tenemos sed de verdad, de sinceridad, de virtudes, de gracia y de luz; caminamos por este destierro, con el alma árida, y seco el corazón, anhelando embriagarnos en el torrente de los ríos de sabiduría y de santidad de Dios para darlo a los demás.
¡Oh si nos preparáramos a recibirlo, cuánto tendríamos para dar!

II

Hay que dejarnos invadir por el Espíritu Santo porque “el hombre animal no puede hacerse capaz de conocer las cosas que son del Espíritu de Dios; los hijos del Espíritu Santo poseen el pensamiento de Cristo”. Cf. 1 Co 2, 14 - 16
Pero, ¿cómo lograrlo en nuestras almas? Con el Rocío del cielo, que es el agua viva que salta hasta la vida eterna; con el Manantial perenne que jamás se agota; con el dulce refrigerio, que es el Espíritu Santo, único que puede saciar la sed interna que nos devora cuando el corazón se abrasa y seca en las horas de prueba y de sufrimiento.
Esa agua divina alivia los males, facilita los movimientos interiores, robustece y da fuerzas para la lucha, fortifica y reanima nuestro ser.
El Espíritu Santo, rocío celestial,  es el que purifica el corazón, porque es el que dijo:  “...La buena conciencia es como un banquete continuo”. Pr 24, 13-14  Él lava lo que está inmundo, riega lo que está seco; es el que derrama sus dones y sus frutos en los corazones dispuestos.
¡Qué grande es el Espíritu Santo, y bajo su acción se van desarrollando las almas en estado de gracia, y son sus instrumentos en bien de otros!
Reflexionemos qué adelantos, qué plenitud de virtudes poseeríamos si nos dejáramos conducir por él que es el Amor por esencia.
¡Qué celo, qué caridad tendríamos y qué conquistas haríamos para el cielo si correspondiéramos a sus divinos ardores! ¡Qué generosidad, qué paciencia y cuántas virtudes rebosarían en nuestros corazones inundados por el Manantial de los bienes celestiales!
¿Por qué no nos damos desde hoy al Espíritu divino, generoso manantial de gracias?

III

¡Qué amor tendrán los bienaventurados en el cielo al Espíritu Santo, cómo lo alabarán y qué agradecidos estarán a sus favores!
"El agua -dice san Cirilo- se halla en todas partes y da a todas las cosas vida y fecundidad: es encarnada en la rosa, blanca en la azucena; y así el Espíritu Santo es todo en todas las cosas. Es la pureza de las vírgenes, la fortaleza de los mártires, la sabiduría de los confesores”.
"¡Oh si pudiéramos algún día florecer y formar parte de aquel admirable jardín, y prestarle algo de hermosura para gloria y gozo del Espíritu Santo!"


ORACIÓN
Con toda la generosidad de que soy capaz me consagro a ti, ¡oh Espíritu Divino!; y si no puedo comprenderte, sí puedo amarte y hacer que seas amado.
¡Lo infinito no se mide: y tú, con el Padre y con el Hijo, eres hermosura, poder, omnipotencia, sabiduría y bondad infinitas; pero más que todo eso eres Amor y por eso en ti contemplo, gozoso, el poder, la justicia, la misericordia y todos tus  tributos, que son amor, ese amor que desarrolla en mi alma el germen divino de la esperanza!
¿Quién más digno de amor que el Amor mismo personificado en ti? ¡Pues amemos al Amor, inflamémonos en ese Amor, hagamos que sea amado el Amor!
Amén.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.