La limosna en secreto.
6 1 «Cuidad
de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para que os vean; en
tal caso no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. 2 Así
que, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los
hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por
los hombres; os aseguro que con eso ya reciben su paga. 3 Tú, en cambio, cuando
hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha. 4 Así tu
limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
La oración en secreto. 5 «Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que
gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, bien
plantados, para que los vea la gente. Os aseguro que con eso ya reciben su
paga. 6 Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de
cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que
ve en lo secreto, te recompensará.
El ayuno en secreto.
16 «Cuando
ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro
para que la gente vea que ayunan. Os aseguro que con eso ya reciben su paga. 17
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu cara, 18 para que tu
ayuno sea visto, no por la gente, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto;
y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
V. Palabra
del Señor
R. Gloria a ti,
señor Jesús